Los anhídridos proceden de condensar dos moléculas de ácidos carboxílicos. La condensación de dos moléculas del mismo ácido da lugar a anhídridos simétricos, que se nombran reemplazando la palabra ácido por anhídrido.
El hidruro de litio y aluminio reduce los anhídridos a alcoholes. En una primera etapa la molécula rompe, formando aldehído y carboxilato que son reducidos a su vez a alcoholes.